Explosion of Ideas

Tengo un amigo que odia todo! Odia lo que no le gusta, odia lo que maso menos no le gusta, odia lo que le gusta para ver que onda, odia lo que ama, para demostrar que lo ama, odia para dejar de amar, odia la vida, pero no a su mascota, pero si todo lo que hace su mascota, odia odiar, odia olvidar y recordar, odia llorar y reír, odia cantar y gritar, odia saltar y bailar, odia no hacer nada y también odia hacer todo, odia hacer poquito, porque el es de los de todo o nada, odia a su madre y a su padre, odia a su hermano, pero aun mas a sus hermanas, odia estar soltero, pero cuando esta de novio también odia, odia tener amigos, pero también odia estar solo. Odia tanto que se le acabaron las cosas para odiar. Lo peor de todo creo que es, que de tanto escucharlo odiar, yo ya lo odio a el, odio su tono de voz, odio su aspecto, odio sus gestos, lo odio desde la cabeza hasta los pies.

¿Qué hace uno cuando se siente solo? Claro está, que busca actividades. Pero, ¿qué pasa, cuando esas actividades no llenan el vacio que genera ese sentimiento? ¿qué hace uno cuando está acompañado e igualmente se siente solo? Lo primero que me viene a la mente, es para que estar con esas personas, mejor estar solo. Pero cuando por alguna razón, internamente vos sentís que querés estar con esas personas, ¿qué pasa?, ¿qué puede hacer uno más que ponerle onda?   Salir corriendo, fumar, contar hasta 100, quedarse, bostezar, estirarse, tirarse, colgarse, ignorar…

Me gustaría poder entrar en la mente de las personas. No hay momento en el que tenga más curiosidad, que cuando estoy sentada en una mesa y en la lejanía veo una persona gestualizando, moviendo su rostro, como si estuviera hablando con alguien, pero está solo. Va no está solo, sino que, está en esa charla infinita, que todos tenemos, con esa persona, que llamamos mente. Esos son los momentos, en los que me como las uñas, por las ganas extremas de participar en esa charla, en esa discusión o en ese planteo. Eso mismo les debe estar pasando a todas las personas que me ven en este momento pensar. Levantando la cabeza del cuaderno, soltando la birome, mirando un punto infinito, mientras hablo con mi mente, mientras gestuallizo con mi cara, como si alguien estuviera ahí en la silla de enfrente.

¿Contáme como se siente volar? _: No se siente necesariamente bien. ¿Pero todos pensamos alguna vez en volar y vos que podes no te gusta? _: No, no es tan cómodo y espectacular como todos piensan. Dependiendo el momento del año, tenés frío o calor, cuanto más alto menos aire, te mareas, te entran cosas en los ojos, los días de lluvia, cuando es leve, solo te mojas, pero cuando llueve mucho no podes volar, se te pegotean las plumas y te pesan las alas. Ni hablar de desgaste físico que genera volar; coordinación de ambas alas, tensionar los músculos del cuerpo desde el cuello hasta la cola, para poder quedar perpendicular al piso y así no generar peso hacia abajo con las patas. Pero… el hermoso viento en el rostro en la mañana, el pleno sentimiento de libertad, la capacidad de pasar por las nubes, la capacidad de poder ver todo lo que hacen abajo, el poder espiar por las ventanas más altas. _: Bueno todo tiene su pro y su contra, pero la verdad que, me resulta más cómodo cam

Iba viajando y de repente una señora le dice a otra.   Señora1: le queda mucho para llegar? Señora2: si bastante Señora1 : bueno venga y siéntese aquí entonces. Señora2: bueno muchísimas gracias. La señora1 como si nada le da un gran abrazo y un beso y se va a posicionarse para bajar. Señora1: joven le molestaría mucho ayudarme a bajar? Joven: no señora para nada El joven ayuda a la señora y la señora una vez abajo del colectivo lo abraza y le da un beso. Esta secuencia me hizo pensar en que no deberíamos ser tan haters en la vida, porque lo único a lo que nos lleva indefectiblemente es a ser unas viejas conchudas de tacos que quieren el asientos, en cambio si somos felices y vemos lo hermoso de la vida, pasan cosas mágicas como estas y la vida te va a llevar a ser esa señora que reparte besos y abrazos por el mundo.  Lo mas curioso es como todos la miraban  como si estuviera loca, por la poca costumbre a las cosas bellas, cuando en verdad estaba menos loc